Odio mi cumple...
Mi cumpleaños se acerca... vaya mierda, lo odio...
Los años me acechan, sibilinos, cada primavera, escondidos en las esquinas de los espejos y aterrorizándome en los formularios...
¿Qué tiene de bueno ser mayor?
Antes yo era el niño bonito allí donde iba, orgulloso por ser un pionero en eso de perder la virginidad pronto e irme de casa joven... y 10 años después realmente sigo igual que cuando salí de Vitoria, solo que con más mierdas acumuladas...
Además las nuevas juventudes, desde luego que no lo hacen más fácil, vienen muy precoces y espavilados. Ahora es fácil que mi jefe sea menor que yo, que me entren chavales a los que podría darles la teta o que un amigo se ría de mis arrugas que él no tiene...
Antes era el centro de atención y ahora tengo que suplicarla...
Y creo que es peor hacerse mayor para un guapo que para un feo... El feo esta acostumbrado al rechazo, a pasar inadvertido y la edad no le afecta... A alguien que conseguía lo que quería con fruncir el ceño y un aleteo de pestañas es muy cruel hacerle pasar a segunda categoría... muy cruel, muy cruel...
Repito: ¿qué tienen de bueno hacerse mayor? ¿Que tienes una mayor independencia?
Mentira; cuanto más mayor eres más responsabilidades tienes (facturas, alquileres y parejas), por lo que tienes menos libertad.
¿Una mayor experiencia y sabiduría?
Mentira; daría un cojón y parte del otro para enfrentarme a la vida como lo hacía antes. Cuando era joven, guapo y prepotente me enfrentaba a las adversidades con la valentía y el orgullo que te da la inexperiencia, en vez de, después de los hostiones que te llevas, mirándolo todo con desconfianza y gesto cauteloso...
Por si fuera poco, vas perdiendo a tus seres queridos y todo cambia muy deprisa y es muy fácil quedarse atrás...
Cada día descubro una nueva arruga, una cana, un descolgamiento... y las cambiaría, con mucho gusto, por los molestos granos de púber y los picores en los huevos cuando te sale el primer vello...
Vaya mierda, de verdad que odio cumplir años...
Lo único bueno es que, por un día, vuelves a ser el rey del mundo, te hacen regalos, te dicen que estás muy guapo, y vuelves a ser el chaval mimado y engreído que es capaz de hacer cualquier locura... Dura poco (hasta que se te pasa el pedo), es una ilusión , pero te recuerda que algún día fuiste eso y mucho más...
Y por un momento, justo antes de meterte en la cama, te sientes orgulloso por haber sobrevivido y llegado hasta aquí, aunque no hayas ido muy lejos...
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Mira que eres petardo. Bla, bla, bla.