Hércules, el famoso semidiós al que se ha ensalzado como gran guerrero y paradigma de la masculinidad, no sólo tuvo mujeres en su lecho...
Cuando Hércules luchaba contra los dríopes y mató a su rey Tiodamante, quedó prendado de la belleza de su hijo Hilas que era solo un niño y le perdonó la vida.
Durante años le educó y enseñó las artes de la guerra y del amor.
Hércules, muy enamorado, se llevó a Hilas con él a la expedición de los Argonautas.
Al llegar a Missia, Hilas se alejó de Hércules a explorar el bosque. Sediento, se acercó a un lago para beber agua y fue descubierto por las ninfas del lago. Hilas curioso por probar el amor con una mujer, se dejó atrapar por una de ellas.
Hércules desesperado lo buscó durante mucho tiempo, de hecho no continuó la expedición de los Argos...
Hilas jamás apareció, se dice que se quedó junto a una de esas ninfas para siempre...