chupitangas: Pandora...

Pandora...

Siempre le toca a la mujer explicar el origen de todos los males...

Si en la Biblia es Eva, en la antigua Grecia es Pandora...

Al principio de la creación Zeus hizo a unos cuantos hombres, entre ellos a Epimeteo, que disfrutaban de la gran armonía del paraiso (liándose entre ellos, ay...)

Epimeteo era el encargado de dotar de virtudes a los animales que iba creando Zeus, ahora una zebra, ahora un chimpancé, una mosca... Cuando llegó al hombre, su hermano Prometeo creyó que era el animal más importante y robó el fuego divino para dárselo a los hombres y así ser superiores al resto...

Zeus enfadadísimo por tal prepotencia y osadía decidió castigar a los hombres... Creó una figura que les hiciera perder la cabeza, un cuerpo esculpido a imagen y semejanza de Afrodita, de formas más suaves y redondas y con la capacidad de engendrar vida... Llamó a todos los dioses y cada uno de ellos le otorgó un don, Apolo el talento musical, Mercurio el don de la palabra, Afrodita los encantos del amor... A éste sinfín de maravillas lo llamaron mujer, y a la primera la bautizaron como Pandora (llena de virtudes)

Su intención era regalarles un arma de destruccción masiva, que les encante, les enrede, les retrase en el trabajo y les haga luchar entre ellos... Le entregaron una caja haciéndole prometer que nunca la abriría. La nacida ayer Pandora carecía de raciocinio, estaba llena de emociones, curiosidad y uno de los dioses le había otorgado el don del engaño...

Hicieron bajar a la tierra a esta virgen y Epimeteo se volvió loco al verla, a pesar de que Prometeo le dijo que no aceptara ningún regalo de los dioses, que eran muy traicioneros.

Pandora era feliz en la tierra pero le obsesionaba la curiosidad por saber qué habría en la caja. Su naturaleza finalmente pudo más y la abrió.

De la caja salieron todos los males:la vejez, el vicio, la pasión, la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen, dolores para debilitar el cuerpo humano, envidia, despecho, venganza... (y la tele) Pandora, aterrada, cierra de golpe la caja y encerrada queda la esperanza, destinada en un principio a ser engañosa, pero que fue lo único que pudieron disfrutar los hombres ante tanto mal...

El hombre pierde así el paraíso, como en la Biblia, por culpa de una mujer...

Pobre Pandora, pobre Eva, pobres mujeres...