Eros y Psique...
Esta es una historia ambientada en la antigua Grecia, no en la de ruinas, ortodoxos y yogur de ahora, sino en la de la época en la que convivían dioses y hombres...
Entre todas las diosas del Olimpo había una que destacaba por su belleza: esa era Afrodita, la más divina, la que mejor tipazo tenía y la más popular, ya que era la encargada de hacer de Celestina entre los mortales, por lo que siempre andaba metida en todos los saraos.Afrodita tenía un hijo llamado Eros. El chaval, que había heredado la belleza de su madre, estaba muy enmadrao. Afrodita lo tenía todo el día con recados de aquí pa allá lanzando las flechas del amor (como las de Karina). Que si fulanita me ha pedido que el otro se enamore de ella, que si haz que el menganito se líe con ese otro fulano ...
Un día Afrodita se dio cuenta de que ya no recibía elogios de los mortales, ni ofrendas, ni corderos sacrificados ni na de na... Bastante mosqueada, intentó averiguar lo que pasaba en la tierra...
Resulta que había uno que había tenido tres hijas y la más joven, que se llamaba Psique, era de una belleza insuperable. Era tan sumamente hermosa y perfecta que hombres y mujeres acudían a ella para venerarla. Peregrinaciones de toda Grecia dejaron los altares de Afrodita abandonados para ver en persona tan inusual belleza.
Afrodita se volvió loca de ira y de celos: No es para tanto, yo soy una diosa y ella una simple mortal, ya me gustaría verla a ella con mi edad... Decidió vengarse, y envió al papanatas de su hijo a la Tierra para que lanzara sus flechas y le hiciera a la pobre Psique enamorarse del ser más horrendo y monstruoso.El muchacho bajó volando (era un dios alado) para complacer las órdenes de mamá, pero cuando vio a Psique quedó tan prendado del magnetismo y atractivo de la muchacha que decidió desobedecerla. Tiró las flechas al mar y trazó un plan para poseerla en secreto.Le dijo a su madre que había hecho lo acordado, y que hiciera saber a los padres de Psique que debían dejar al día siguiente a su hija semidesnuda en lo alto del monte. En el momento en el que estuviera sola el monstruo vendría a por ella.
Afrodita ni sospechó de su hijo y montó un numerito super-espectacular (estilo carnaval de Tenerife) en la Tierra. Se presentó toda estupenda, le comunicó al pobre padre el terrible castigo y se marchó satisfecha dando el asunto por zanjado.
Al día siguiente, la pobre de Psique fue abandonada a su cruel destino.
Temblaba de terror imaginando lo feo y desagradable que sería su marido cuando, de pronto, fue elevada por los aires tan alto que tuvo que cerrar los ojos para no marearse. Cuando pisó tierra firme los abrió y se quedó flipada... Estaba en un castillo maravilloso, lleno de lujo y glamour, todo de oro y pedrería, con cortinones de seda, unas lámparas divinas... Una voz suave y profunda (como de anuncio de coches) le dijo: Nena, soy tu esposo; vas a disponer de este castillo, de sus instalaciones, lujos y de todos los sirvientes para ti solita durante todo el día, que yo trabajo fuera... Por las noches me pertenecerás a mí y seremos muy felices. Pero a cambio sólo te pido una cosa: nunca intentes dar la luz y verme el rostro. Confía en mí y todo irá bien.
Psique tenias sus dudas, pero pensó que tenía la voz joven, que el castillo quitaba el hipo y que igual había dado un buen braguetazo.
Al llegar la noche Eros había dejado el castillo a oscuras. Psique, desnuda en la cama, temblaba de miedo y de incertidumbre... Entonces él se le acercó. Tenía una piel suave, besaba muy bien, la tenía enorme, por el tacto parecía guapo y la hizo temblar de gusto... Así que ella se quedó satisfecha y super-tranquila.
Durante una época Psique fue feliz viviendo de éste modo. Por el día redecoraba el castillo, se hacía unas mechas, jugaba al mus con las criadas y por la noche su "monstruo" le daba un placer sin igual. Pero cuando la novedad desapareció, se empezó a aburrir y a echar de menos a su familia. Le pidió a su desconocido que dejara subir a sus hermanas un día, por lo menos para decirles que seguía viva y que era feliz, y el pobre Eros que estaba muy enamorado accedió.
Cuando llegaron al castillo sus hermanas alucinaron, que si que fuerte tía vaya choza, que cabrona, vaya lujos, y ella: y que tengo sirvientes y mira qué mona estoy y que bien me sientan las pieles... Cuando le preguntaron por su marido y ella respondió que nunca le había visto el rostro la emoción de sus hermanas se esfumó. Eres boba, igual es un viejo asqueroso, o un deformado... y ella: que no, que es joven y cachas... y ellas: vete tú a saber, igual es uno distinto cada noche y él mira... Cuando ellas se volvieron para la Tierra, ya no estaba tan tranquila ¿Y si sus hermanas tenían razón? Intentó recuperar su rutina pero la desconfianza la carcomía por dentro y un día ya no pudo más.Decidió que esa noche vería su cara, si era un monstruo o un viejo lo mataría y escaparía, y si era joven y hermoso se quedaría aliviada y feliz para siempre.
Por la noche después de hacer el amor Eros se quedó dormido (como todos) y ella se levantó a por un cuchillo y una lamparita de aceite. Se acercó con mucha cautela y lo fue iluminando despacio de los pies a la cabeza. Sus pies eran preciosos, sus piernas eran de futbolista, su sexo divino, las abdominales marcadas, pecho de lobo y al llegar al rostro palideció de sorpresa... Nunca había visto un hombre tan guapo, sin duda debía ser un dios porque tal belleza no podía ser mortal...
Se emocionó tanto que derramó una gota de aceite de la lámpara que, por desgracia, cayó sobre el pecho de Eros despertándole... La miró más decepcionado que enfadado y le dijo: Te expliqué que seríamos felices si confiábamos el uno en el otro, sólo debías confiar... Tu curiosidad y tus miedos lo han estropeado todo... He desobedecido a mi madre Afrodita para poder estar contigo, te lo he dado todo y me has traicionado... No volverás a verme nunca más...
La pobre Psique fue arrojada al monte de donde fue secuestrada. Quedó desolada y arrepentida...
Ésta historia servía a los griegos para explicar las dudas del amor. Lo que uno es capaz de hacer, la importancia de confiar en el otro, lo fácil que puede uno dejarse influenciar por la opinión de los demás y por sus propios miedos...
Aunque la historia continua (estas historias eran como "Santa Barbara") a raíz de ésto a Psique se la asocia con el alma, la parte menos razonable del ser, la que está plagada de incertidumbres, de miedos y de pasiones. Se le representa como una mariposa.
Desde entonces, se creía que al morir un hombre, una mariposa que es el alma (la psique), salía de la boca de los cadáveres para acudir a la luz, intentando ver de nuevo la belleza de Eros...
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La mitologia siempre me gusto, por que me hacen acordar a los cuentos de hadas... y son maneras muy entretenidas de relatar historias con valores y enseñanzas, y tengo q confesar que tu manera de relatar estos relatos es muy simpática también! jaaj